lunes, 3 de diciembre de 2018

ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DEL PATRIMONIO LINGÜÍSTICO DE ESPAÑA


 
ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DEL PATRIMONIO LINGÜÍSTICO DE ESPAÑA


     El día 26 de julio de 2017 varias personas constituimos la ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DEL PATRIMONIO LINGÜÍSTICO DE ESPAÑA, a imagen y semejanza de las que ya hay en Francia y Alemania

     Desde entonces, hemos hecho todos los trámites administrativos pertinentes para su reconocimiento. Así, ya está en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior (614323); Hacienda, por su parte, le ha dado NIF (G56082407).

     También hemos preparado una ciberpágina: https://defensadelidioma.com/

     Allí seguiremos con lo que aquí empezamos.

 
     Gracias a todos cuantos habéis leído este humilde ciberdiario.




 

viernes, 23 de noviembre de 2018

PRECISITUD


Precisitud, precisión.


     El sustantivo precisitud —‘precisión’— falta en el DLE, aunque se empleó en la época clásica.
 

     En la siguiente cita lo vemos usado con el sentido de ‘puntualidad, exactitud’:

     «Y el año de bisexto que se cause de cuatro en cuatro años tenga 366 días, aunque no justos; y, porque los días de un año y los minutos y horas no son iguales con los del otro, por esto, para más precisitud, ordenaron cuatro tablas los cosmógrafos para cada año de los cuatro en que el sol hace y cumple su entera revolución la suya…» (Juan Pérez de Moya, Tratado de cosas de astronomía y cosmografía y filosofía natural [1573], página 64, columna 2).
 

     Y en estas otras lo vemos usado con el sentido de ‘obligación o necesidad que fuerza a hacer algo’:

     «Asutose naturalmente, y aumentó el susto la precisitud de quien la dio el recado, requiriéndola expresamente que fuese sola» (Felipe Aranda, Vida, virtudes y gracias de la venerable sierva de Dios Isabel Pobar y Maestro [1687], página 181).

     «… tiradas bien las líneas de la cristiana caridad, no parece dejarnos arbitrio en la precisitud del socorro» (ibidem, página 186).
 

     Hoy día aún se oye.

 
 

                                                                       Fuentes


     Fichero general de la RAE (fecha de consulta: 23 de noviembre de 2018).


     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta: la misma).




viernes, 12 de octubre de 2018

SAGITÍFERO



Sagitífero, adjetivo español.


     El adjetivo sagitífero (‘armado de flechas, que contiene flechas’) procede del latín.

     No se halla en el DLE, pero tuvo algo de uso en la época clásica, como vemos en estas citas:

     «Diciendo esto, mandó a los diligentes ministros que trujesen a mostrar las armas. Vinieron allí arneses y lucientes petos, mallas finas, seguras láminas, escudos de varias pinturas, balas, escopetas puras de acero, arcos y sagitíferas aljabas, agudas partesanas, bravas chuzas» (Manuel de Faria y Sousa, Lusiadas, de Luis de Camoens, príncipe de los poetas de España [1639], página 322, columna 2).

     «… y, hasta ser privado de la vida/ por muchas llagas, la ira de Diana/ sagitífera nunca fue aplacada» (Antonio Pérez Sigler, Metamorfóseos del excelente poeta Ovido Nasón, página 60 de la edición de 1580; página 64 vuelta de la edición de 1609).

     Algunos lexicógrafos de los siglos XIX y XX (Domínguez, Salvá, Zerolo, Alemany, Pages...) incluyeron el vocablo en sus diccionarios particulares.



                                                                             Fuentes

     NTLLE de la RAE  (fecha de consulta y enlace: 12 de octubre de 2018).   

     Textos sacados de libros de dominio público: de la Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico —perteneciente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte— y de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).




viernes, 5 de octubre de 2018

GRATULABUNDO



Gratulabundo significa 'que congratula'.


     El adjetivo gratulabundo (‘que felicita, que congratula’) procede del latín.

     No se halla en el DLE, pero tuvo algo de uso en lo pasado —y no sabemos si actualmente—. Su casticidad la acreditan las siguientes citas de Armas contra la fortuna, del escritor clásico Antonio Pérez Ramírez [1698]:

     «… nunca confesaran la villanía; antes, estomagados, defendieran aquello de “yo soy hombre de bien y en mi pecho no cabe tal cosa”. Regla es, pues, de discreción el fingir que se creen aun al más sospechoso lo gratulabundo, mas también ordena resguardos lo circunspecto» (página 392).

     «Fuelo tanto la de Sófocles con la noticia de salir premiado en un certamen de poemas trágicos que espiró la vida al mismo tiempo que le ceñían la guirnalda. Filípides, comediógrafo, acabó del mismo accidente. Diágoras rodio, oyendo que tres hijos atletas en un día y en un estadio habían salido victoriosos entre los gratulabundos gritos del concurso, arrojó el final aliento…» (páginas 428 y 429).



     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 5 de octubre de 2018).




 

jueves, 20 de septiembre de 2018

LIBERTINIDAD

 
 

      El vocablo libertinidad procede del latín.

     No se halla en el DLE, aunque tiene algo de uso. Los sentidos que se le dan son el de ‘condición de liberto' (condición del esclavo que ha ganado la libertad) y el de ‘libertinaje’.
 
     Es vocablo bien formado y, además, lo emplearon algunos escritores de la época clásica:

     «Realmente, todos somos libertos en Cristo, ninguno libre, pues todos fuimos siervos de nacimiento redimidos no con plata ni oro, sino a peso de sangre del precioso cordero limpio y incontaminado; por lo cual nadie tenga por menor en la familia cristiana la libertinidad que la libertad…» (Martín Peraza, Primer tomo de sermones cuadragesimales y de la resurrección [1604], página 40; en la edición de 1605 está en la página 36, columna 1).

      «El repudio se permitió largo tiempo después, no pudiéndose llevar la dureza de los israelitas. Como en el trabajo habían sido humildes, en la prosperidad fueron arrogantes. Los milagros que hacía Dios con ellos no les causaban moderación y continencia; eran estímulos para la libertinidad» (Antonio de Fuertes y Biota, Vida de Moisén, glosada con sentencias y aforismos políticos [1657], página 314; en la edición de 1661 está en la misma página).

 
 

     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 20 de septiembre de 2018).


 
 
 
 

viernes, 14 de septiembre de 2018

SERMOCINAL, SERMOCIONAL


Sermocional o sermocinal.



     En el DLE hallamos el adjetivo sermocinal, procedente del latín, con el cual se designa lo perteneciente o relativo al modo de hablar en público.

     A veces se oye la variante sermocional —que también se usaba en latín—, la cual no se halla en el DLE; bien que la Academia no la desconoce. Así, vemos que en su CORDE ofrece la siguiente cita del escritor clásico Juan Pérez de Moya:

      «Los que dijeron ser las musas tres entendieron las tres artes sermocionales —por las cuales se llega al conocimiento de la sabiduría—, que son gramática, retórica y dialéctica» (Filosofía secreta de la gentilidad [1585]).

     Y hallamos estas otras citas en la Red:

     «No dejaré de escribir, para que ría un rato el lector, la conseja que refiere Sanctio Porta en unas introducciones sermocionales sin citar autor ni libro del cual lo haya sacado» (Luis de Urreta, Historia eclesiástica, política, natural y moral de los grandes y remotos reinos de la Etiopía [1610], página 651).
 
     «Todos estos autores dividían las ciencias de los caldeos y gitanos en cuatro partes: en matemáticas, filosofía divina y moral y sermocional» (Bartolomé Jiménez Patón, Mercurius Trimegistus [1621], dedicatoria a fray Esteban de Arroyo).

      «La gran industria que ese pintor usó en esa figura es tan celebrada de muchos y tan a propósito para muchas cosas —y, principalmente, para nuestra plática sermocional— que dudo haber cosa que pueda venir más a cuento» (Juan de Guzmán, Retórica, parte I [1589], página 81).
 


                                                                          Fuentes

     REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. <http://www.rae.es> [Fecha de la consulta: 14 de septiembre de 2018].

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).





 

 

miércoles, 12 de septiembre de 2018

CERVICOSO


Cervicoso: testarudo


     El adjetivo cervicoso (‘terco, testarudo’) procede del latín.

     No se halla en el DLE, aunque la Academia no lo desconoce: tanto en su fichero como en el NTLLE menciona varios léxicos antiguos (el de Terreros y Pando, el de Salvá, el de Zerolo…) que recogieron el vocablo. Además, la propia Academia lo incluyó en su inacabado Diccionario histórico de 1936.

     Su casticidad la acreditan los escritores de la época clásica:

     «… por ser la parte donde se asienta el yugo y en que el hombre muestra su rebeldía, que, de mostrarse con cerviz dura y tiesa, se llaman cervicosos: que al que lo era entre los romanos le torcían la cerviz, como en enmienda de su rebeldía y pertinacia…» (Nicolás Bravo, Marial y decenario de rosas de la madre de Dios [1625], 158 vuelta, columna 1).

     «Fue notable el caso del sacerdote Elí, que en ser remiso y blando tuvo notable obstinación; y fue hombre cervicoso, pues la pasión del amor de sus hijos le hizo que no los castigase como él sabía que ellos lo merecían y Dios fuera mejor servido; mas su remisión y obstinación en ella le fue castigo riguroso en la vida y no careció de misterio la muerte…» (Lucas de Montoya, Sentido metafórico literal de todos los lugares de la Sagrada Escritura [1627], página 179 vuelta, columna 1).

     «… mas la parte herida significó su dureza empedernida contra sus obligaciones, porque todo hombre puesto en oficio eminente que no cumple con ellas por su malicia dice la Escritura que es sordo, cervicoso y inobediente…» (Lucas de Montoya, Sentido metafórico literal de todos los lugares de la Sagrada Escritura [1627], página 179 vuelta, columna 2).



                                                                         Fuentes

     FicheroNTLLE de la RAE (fecha de consulta y enlace: 12 de septiembre de 2018).

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).





jueves, 6 de septiembre de 2018

INTERPOLAR


Interpolar no solo sirve para cosas.



     El DLE define el verbo interpolar de tal manera que parece que solo puede usarse para hablar de cosas.

     Pero hallamos alguna cita de la época clásica que acredita que las personas también se pueden interpolar:

     «Fueron entrando por la puerta de la sacristía los grandes, prelados, embajadores, gentileshombres de cámara, de la boca y de la casa, mayordomos, caballerizos, pajes, predicadores, capellanes, reyes de armas, maceros, músicos de las dos capillas —la real y la de la Encarnación— con los que se mencionarán después. Y, por la puerta de la Lonja, los consejos —que el real de Castilla llegó a las dos de la tarde con grande número de relatores, escribanos de cámara y de provincia, que iban interpolados en el acompañamiento con los alguaciles de Casa y Corte, procuradores y otros ministros—, todos con chías…» (Juan de Vera Tassis y Villarroel, Noticias historiales de la enfermedad, muerte y exequias de la esclarecida reina de las Españas doña María Luisa de Orleans [1690], página 183).

 


     Texto sacado de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 6 de septiembre de 2018).







viernes, 24 de agosto de 2018

CAPITANA


Capitana: mujer que dirige una tropa.



     El DLE daba al vocablo capitana los sentidos de ‘mujer del capitán’ y de ‘navío principal de alguna escuadra o armada’. En el año 1914 añadió el de ‘mujer que es cabeza de una tropa’.

     Pero este significado no es moderno, como vemos en las siguientes citas, sacadas de la obra Historia moral y filosófica [1590], del escritor clásico Pedro Sánchez:

     «… saltaron las matronas romanas, llevando por capitana a la madre del mismo Coriolano…» (página 35, columna 1).

     «Y también venció las fortísimas amazonas y trajo el cíngulo de Menalipe, su reina —por el cual le había enviado Euristeo—, matando catorce fortísimas capitanas, las más principales dellas, y destrozando y ahuyentando a las demás» (página 143, columna 2).



                                                                              Fuentes


     NTLLE (fecha de consulta: 24 de agosto de 2018).

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).
 
 
 

 

jueves, 16 de agosto de 2018

IDOLÁTRICO


Idolátrico vale por idólatra.



     El adjetivo idolátrico, según el DLE, designa lo 'perteneciente o relativo a la idolatría'. Idólatra se refiere a quien 'adora ídolos'.

     Parece, a primera vista, que idolátrico no se puede aplicar a personas; pero hallamos algunas citas de escritores clásicos que demuestran que dicho uso es correcto:

     «… mucha de esta gente idolátrica, como hijos de tinieblas, se convocaban y juntaban en partes secretas y hacían fiestas al demonio…» (Juan de Torquemada, Monarquía indiana [1615], volumen III, página 68, columna 2; en la edición de 1723 está en la página 60, columna 1).

     «Dijeron al padre Estrada que uno de aquellos apóstatas era sacerdote idolátrico de los otros…» (Diego López Cogolludo, Historia de Yucatán [1688], página 647, columna 1).



     Textos sacados de libros de dominio público de la BDH y GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 16 de agosto de 2018).



 


jueves, 9 de agosto de 2018

SUPERFLUENTE


Superfluencia y superfluente.


     El DLE recoge el vocablo superfluencia (‘abundancia grande’), pero no superfluente, que también pertenece a nuestro idioma, como prueban las siguientes citas de escritores clásicos:

     «… sino que el que da la medida de las buenas obras llena, colmada y superfluente tendrá por bien que, si tuvieren madrastras, sean tan piadosas con sus hijos como ellas fueron con los ajenos» (Pedro Sánchez, Historia moral y filosófica [1590], páginas 83 vuelta y 84).

     «… bien le podemos pronosticar o conjecturar los astrólogos divinos la abundancia superfluente de bienes espirituales y temporales…» (Pedro Aznar Cardona, Expulsión justificada de los moriscos españoles [1612], página 140).



    Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 9 de agosto de 2018).





miércoles, 1 de agosto de 2018

LECHE CRUDA


Leche cruda, anglicismo



     En las últimas semanas nos hemos cansado de oír la expresión leche cruda (‘leche recién ordeñada, leche sin hervir, leche sin tratar, leche sin pasterizar’).

     A pesar de que la definición del adjetivo crudo que da el DLE parece amparar tal expresión, hasta hace unos decenios era poco empleada, por lo que es probable que alguien haya dado en que su uso traiga causa de la influencia del inglés raw milk.

     Pero los escritores clásicos resuelven la cuestión. Así, la Academia nos ofrece en su CORDE la siguiente cita de la obra Diálogos familiares de agricultura cristiana [1589], de Juan de Pineda:

     «… y toda leche cocida es menos dañosa que cruda…» (volumen I, página 324, columna 2).

     Y en la Red hallamos esta otra cita:

     «Y vemos que entre nosotros está recibido beber la leche cruda que, sustancialmente, es la sangre blanca del animal  y comer crudos los güevos, especialmente siendo frescos…» (Juan Machado de Chaves, Perfecto confesor y cura de almas, tomo I [1641], página 525, columna 2).



                                                                       Fuentes

     REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. <http://www.rae.es> [Fecha de la consulta: 1 de agosto de 2018].

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).





jueves, 26 de julio de 2018

IMAGINOSO


Imaginoso: lleno de imaginaciones o fantasías.



     No hallamos en el DLE el adjetivo imaginoso (‘lleno de imaginaciones o fantasías’), que procede del latín; aunque la Academia no lo desconoce, pues en su CORDE recoge la siguiente cita del escritor clásico Jerónimo de Urrea, quien tradujo la obra Orlando furioso, de Ariosto:

     «… y, si la vence el sueño en este trecho,/ el breve sueño es todo imaginoso…».


     Y en la Red hallamos más ejemplos:

     «… los muy imaginosos, no sabiendo hacer cara al vertiente de cualquiera fracaso, están en un continuo descaecimiento…» (Antonio Pérez Ramírez, Armas contra la fortuna [1698], página 445).

     «No pueden ser más claras ni declaratorias de las antecedentes, aun cuando en estas se reconociese alguna escrupulosa duda de imaginosa oscuridad» (Andrés de Pitillas y Ruesga, Tratado de medias anatas [1698], página 52).



                                                                          Fuentes

     REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. <http://www.rae.es> [Fecha de la consulta: 26 de julio de 2018].

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).






viernes, 20 de julio de 2018

LÉPIDO

Lépido: gracioso, lindo.



     El adjetivo lépido (‘gracioso, lindo’) no se halla en el DLE, aunque la Academia no lo desconoce, ya que en su fichero tiene un par de papeletas que acreditan que se usa algo en América. Además, lo recogieron varios lexicógrafos del siglo XIX en sus diccionarios particulares.

     Que es vocablo que se oía antiguamente lo acredita el escritor clásico Juan Alfonso de Lancina:

     «Gusta de los divertimientos alegres el lépido como se ahoga en ellos el melancólico. Muchos huyen con arte la comunicación y los concursos por no ser conocidos» (Comentarios políticos a los "Anales", de Cayo Vero Cornelio Tácito [1687], página 473).



                                                                          Fuentes

     Fichero y NTLLE de la RAE (fecha de consulta y enlace: 20 de julio de 2018).

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).






viernes, 13 de julio de 2018

MEMENTO

Memento: recuerdo, memoria.


     El vocablo de origen latino memento, según el DLE, solo sirve para designar ciertas partes del canon de la misa en que se hace conmemoración de los vivos y los muertos; aunque algunos hispanohablantes, atendiendo a su etimología, le dan el sentido general de ‘recuerdo, memoria’.

     Tal cosa ya se comenzó a hacer en la época clásica, como certifica esta cita de la obra Armas contra la fortuna [1698], de Antonio Pérez Ramírez:

     «Otros se alegran en la tenacidad de la memoria: los trabajos pasados regocijan cuando se acuerdan, pero afligen cuando están presentes. Lo que es laudable es el memento de esta terrena pesadumbre: la grande memoria es apoteca de muchas cosas y distintas, mas para la pasada felicidad fuera bueno comer el lotos…» (páginas 440 y 441).

     Por otra parte, la frase hacer uno sus mementos, reconocida por el DLE, también tiene un sentido bastante general (‘discurrir y pensar sobre lo que a uno le importa’).



                                                                            Fuentes 


     Diccionario de la RAE (fecha de consulta y enlace: 13 de julio de 2018).

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).
 
 
 

 

miércoles, 4 de julio de 2018

FALSÍDICO


Falsídico: engañoso.



     El adjetivo latino falsídico (‘engañoso’) no se halla en el DLE, aunque tiene algo de uso.

     Su casticidad la demuestra la siguiente cita, tomada de la traducción de la Eneida que hizo el escritor clásico Juan Francisco de Enciso Monzón [1698]:

     «Dos puertas tiene el sueño: una es la luna/ que al robador de Europa ornó su frente./ Esta, de la verdad senda importuna,/ las visiones falsídicas presiente…» (página 130, columna 2).


      El idioma portugués conserva este vocablo.





     Texto sacado de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 4 de julio de 2018).




DE BAJA PARTE


De baja parte: de bajo linaje, de oscuro nacimiento.


     La expresión de baja parte se usa alguna vez para designar el nacimiento oscuro o el bajo linaje de las personas.

     Que se decía también en la época clásica lo acreditan estos ejemplos, sacados de la traducción que hizo Juan Martín Cordero del Breviarium historiae romanae, de Eutropio [1561]:

     «A Maximino sucedieron tres augustos y fueron todos tres juntamente emperadores: Pupieno, Balbino y Gordiano —los dos primeros, de baja parte; y el Gordiano, noble—…» (página 99 vuelta).

     «Emiliano, nacido de muy baja parte, imperó también con gran bajeza…» (página 101).

     «… y, como ya las cosas romanas fuesen muy de caída y en gran desesperación, Postumio, nacido en la Galia de muy baja parte, se levantó por emperador…» (página 102 vuelta).

 


     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 4 de julio de 2018).
 

 
 
 

lunes, 25 de junio de 2018

INTÉRITO


Intérito: aniquilación



     Intérito es vocablo puramente latino que significa ‘aniquilación’.

     Tuvo algo de uso en la época clásica, como se ve en las siguientes citas:

     «Los que veen morir a los sabios verdad es que ven muerte, mas no intérito: porque, si interire es perecer totalmente sin que quede del que muere o perece cosa a vida, de los sabios no perece el alma cuando mueren, que esa antes se mejora y pasa al cielo; y, así, su muerte no llega a ser intérito. Non videbit interitum cum viderit sapientes morientes. ¿Queréis saber quién muere de esa suerte? Pues eso dice el medio verso simul insipiens & stultus peribunt. El intérito es propiamente el de los necios: aquel simul allí no junta los dos nombres, insipiens y stultus —que casi todos los tienen por sinónimos—, sino las dos partes del hombre, cuerpo y alma, que en la muerte del sabio se dividen. Acaba de decir eso David; y que, por dividirse y no acabar entrambas, esa muerte no llega a ser intérito» (Ángel Manrique, Sermones varios [1620], páginas 430 y 431; página 389 de la edición de 1623).

     «Ni basta decir que, aunque la putrefacción es intérito o extinción —y, por consiguiente, una—, pero que la materia es diversa. No basta, digo, porque la materia está de suyo indiferente para diversas formas; y, así, siendo el agente uno en especie, no producirá efectos diferentes en especie, como queda demostrado en el fuego…» (Antonio de Fuentelapeña, El ente dilucidado [1676], página 3, columna 1; en la edición de 1677 lo hallamos en el mismo lugar).

     El DLE no recoge el vocablo.




     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fechas de consulta y enlace: 24 y 25 de junio de 2018).




viernes, 22 de junio de 2018

DELUSO


Deluso: defraudado, burlado.


     No hallamos en el DLE el adjetivo de origen latino deluso (‘burlado, engañado, defraudado’), aunque sí otros vocablos de la misma raíz: deludir, delusión, delusivo, delusor y delusorio.

     Tuvo algo de uso en la época clásica, como vemos en la obra Tumultos de la ciudad y reino de Nápoles en el año de 1647 [1670], de Pablo Antonio de Tarsia:

     «El príncipe de Orange, asimismo, pasó por estos desacatos, pues, estando en Amberes y habiendo bajado para quietar unos tumultos —originados en la ciudad por obra de los calvinianos, que querían salir de ella para ayudar a sus compañeros—, quedó deluso…» (página 51, columna 1).

     «Volvía la plebe del palacio, delusa por no haber hallado a quien buscaba, pero no inocente…» (página 55, columna 1).

     «El duque con estos avisos procuró cautelarse, de suerte que quedó el pueblo deluso de su intento…» (página 150, columna 2).

     Hoy día apenas se oye.




     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 22 de junio de 2018).
 
 
 

 

miércoles, 20 de junio de 2018

TUMULTUADOR


Tumultuador o tumultuante.



     En el DLE, hasta hace unos años, solo hallábamos tumultuante, no tumultuador (bien que este último se formaba fácilmente del verbo tumultuar).

     La Academia no desconocía el vocablo. Así, en su fichero podíamos leer la siguiente cita del inmortal Quevedo:

     «Conturbans ac tumultuans, “revolvedor y tumultuador”» (Su espada por Santiago).

     Y hay algunos ejemplos más en textos de la época clásica:

     «… mandó despeñarlos del torreón de que se querían apoderar: pena debida a los tumultuadores» (Pablo Antonio de Tarsia, Tumultos de la ciudad y reino de Nápoles en el año de 1647 [1670], página 168, columna 1).

     «… de cuya dotrina los tumultuadores y sediciosos hacen escudo para fomentar estos escándalos…» (Diego José Dormer, Anales de Aragón [1697], página 134, columna 2).


     Hoy día el término sigue sin incluirse en el DLE, aunque ha desaparecido tumultuante.



                                                                           Fuentes

     Diccionario y fichero de la RAE (fecha de consulta: 20 de junio de 2018).

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).





viernes, 15 de junio de 2018

LEGÍFERO



Legífero: que establece leyes.
 

     Falta en el DLE el adjetivo legífero (‘que establece leyes’), aunque se ha usado siempre, como prueban las siguientes citas de escritores clásicos:
 
     «… al globo de la luna es salutífero;/ y a las estrellas todas, Dios legífero» (Juan Suárez de Godoy, Tesoro de varias consideraciones sobre el psalmo «Misericordias Domini in aeternum cantabo» [1598], página 51).
 
     «Y Fernando Manojo de la Corte,/ y manojo de espigas sazonadas,/ con diamantes atadas,/ que no envidian el círculo del norte,/ en la mano legífera de Astrea,/ mejores que en la copia de Amaltea,/ las presenta a los reyes,/ que es manojo de versos y de leyes» (Lope de Vega, Laurel de Apolo [1630], página 29).
 
 
 
                                                                              Fuentes
 
     NTLLE de la RAE (fecha de consulta y enlace: 15 de junio de 2018).
 
     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fechas de consulta y enlace: la misma).
 


 
 

viernes, 8 de junio de 2018

PARIFORME


Pariforme: semejante o de la misma forma.


     El adjetivo pariforme no está en el DLE, aunque se oye con frecuencia en América. Significa ‘semejante’ o ‘que tiene la misma forma’.

     Es voz castiza, como prueban las siguientes citas de autores de la época clásica:

     «… y del mismo y pariforme modo debemos filosofar cuando al vino consagrado o no consagrado se echa agua; advirtiendo que, cuando al vino no consagrado se añade en poca cantidad, entonces, siempre el vino la convierte en sí, como ya habemos dicho» (Jerónimo Pardo, Tratado del vino aguado y agua envinada [1661], página 38).
 
     «De todo lo cual se infiere ser pariformes la visión de David en espíritu profético y la visión de Fr. Alano en revelación…» (Pedro Díaz de Cossío, Catecismo con el rosario. Explicación de la doctrina cristiana [1671], página 340).

     «… en medio, el Padre Eterno, venerabilísimo, de incomprensible hermosura; y a los dos lados, el Hijo y el Espíritu Santo, en dos personas tan pariformes que no se distinguían más que en tener la persona de Cristo las señales de nuestra redención en las cinco llagas» (Felipe Colombo, El Job de la ley de gracia [1674], página 11 vuelta, columna 2).



     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fechas de consulta y enlace: 7 y 8 de junio de 2018).


 
 

 

viernes, 1 de junio de 2018

OBSTETRIZ

 
Obstetriz, partera, comadrona



     El término obstetriz (‘partera, comadrona’) falta en el DLE, aunque tiene muchísimo uso en América.

     Es vocablo español, como prueba la siguiente cita del escritor clásico Juan Bautista Sorribas:

     «Aquellos dos gemelos hicieron palestra del útero de Tamar, su madre, y en ella compitieron misteriosamente la primacía de nacimiento. Sacó una mano Zarán y la obstetriz dijo: “Este es el primogénito”, y atole un listón carmesí en la mano» (Sermones varios con apéndices cuadragesimales para las ferias mayores de la Cuaresma [1668], página 339, columna 1).


     Hallamos otra cita en Para algunos, de Matías de los Reyes (obra publicada en 1640):

     «Y, así, llegando el día de su parto, parió una hija en manos de una criada antigua porque no quiso valerse de ninguna obstretriz en orden al secreto» (página 60 vuelta).

     Aunque, como vemos, este segundo texto dice obstretriz y no obstetriz, no cabe duda de que es mera errata.

 



     Citas sacadas de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 1 de junio de 2018).
 
 
 
 
 

viernes, 18 de mayo de 2018

HEBDOMADAL


Hebdomadal o hebdomadario.


     En español tenemos el adjetivo de origen latino hebdomadario (‘semanal’). Algunas veces se oye hebdomadal, que también procede del latín.

     No está en el DLE, aunque su uso se remonta a la época clásica, como vemos en este texto de las Constituciones, estatutos y privilegios de la Universidad Luliana del Reino de Mallorca [1698]:

     «Ítem estatuimos y ordenamos que, a más de las conclusiones anuales de los catedráticos, se lleve toda puntualidad en los ejercicios de conclusiones hebdomadales, conferencias o academias en todas las facultades, señaladamente las de Filosofía y Teología, en las cuales se observará hacer argüir las tres opiniones contrarias a la que sustentare…» (páginas 160 y 161).



       Texto sacado de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 18 de mayo de 2018).
 
 
 


 

domingo, 13 de mayo de 2018

OCCISOR


Occisor


     En el DLE hallamos occisión y occiso, pero no occisor (vocablo latino, como los otros dos, que significa ‘homicida’ o ‘matador violento’).

     Se usó en la época clásica, como acreditan las siguientes citas de El ente dilucidado, de Antonio de Fuentelapeña [1676]:

     «Responderán los dichos que en esos textos solo se dice se queda irregular cuando consta de un homicidio y hay duda en el occisor…» (página 96, columna 1; en la edición de 1677 se halla en la página 89, columna 2).

     «… sino que ha sido averiguación jurídica, por donde no pocas veces la justicia ha descubierto al occisor. Hipólito Alarsilio depone de haber él mesmo averiguado con dicho indicio algunos homicidios…» (página 378, columna 1; en la edición de 1677 se halla en la página 340, columna 1).

     Hoy día apenas se oye.

 


      Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 14 de mayo de 2018).






viernes, 11 de mayo de 2018

VESUBINO, VESUBIANO


Vesubino, vesubiano.



     El adjetivo vesubino procede del latín y designa lo perteneciente o relativo al Vesubio, famoso volcán de Italia.

     No está en el DLE, aunque tiene algo de uso.

     Hallamos un ejemplo de su empleo en la época clásica en la traducción de la Eneida que hizo Juan Francisco de Enciso Monzón [1698]:

     «No fue más formidable aquel Tifeo/ que movió contra el rey omnipotente/ la furia vesubina en el aliento/ y el mavorcio furor en brazos ciento» (página 203, columna 2).


     Además de vesubino, se oye a veces vesubiano, cuyo uso también se remonta a la época clásica:

     «Otros muchos tomaron por ejercicio el peregrinar solamente por esta averiguación. De Plinio ya sabéis que en ella fue sorbido de la boca de aquella montaña vesubiana» (Manuel de Faria y Sousa, Luisíadas, de Luis de Camoens, príncipe de los poetas de España, tomos I y II [1639], página 491, columna 1).

     «… hizo a la ciudad algunas gracias, y la restituyó a su antigua quietud en el incendio vesubiano del año de 1632, cuando estuvo Nápoles a pique de despoblarse por los continuados terremotos, arroyos de azufre y betún encendido que salían del monte…» (Pablo Antonio de Tarsia, Tumultos de la ciudad y reino de Nápoles en el año 1647 [1670], página 25, columna 2).



     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 11 de mayo de 2018).

 




sábado, 5 de mayo de 2018

EN MEMORIA DE JOSÉ MARÍA ÍÑIGO

José María Íñigo, gran enemigo de los anglicismos.

     Hoy, 5 de mayo de 2018, ha muerto, a los 75 años de edad, el conocido periodista José María Íñigo Gómez. Era, en la actualidad, uno de los más acérrimos enemigos del uso de anglicismos y otros extranjerismos innecesarios.

     Todos los domingos, en el programa Hoy no es un día cualquiera, de Radio Nacional de España, presentaba el apartado ¡Hablemos español, leches!, donde se criticaban las muchas voces inglesas que afean y corrompen nuestro idioma; a la par, se proponía cómo traducir dichas voces de la manera más correcta.

     Otra cosa muy importante de ¡Hablemos español, leches! era que gran parte de los anglicismos que se analizaban los mandaban los propios radioyentes (que veían tales vocablos, mayormente, en anuncios y establecimientos comerciales), con lo que se favorecía, así, que la gente participara en una gran tarea de crítica constructiva —mostrando, además, que no todos aceptan irreflexivamente lo anglosajón como si fuera lo más maravilloso del mundo—.

     Una vez, se leyó el mensaje de un radioyente que había estudiado en Francia hacía muchos años. En el mensaje contaba que uno de sus profesores de entonces se quejaba de que los anglicismos estaban destrozando el idioma de Molière. Tal cosa sirvió para sacar a colación que en España ahora comenzábamos a caer en la cuenta de lo mismo que en el país vecino respecto de nuestra propia lengua.

     Ni que decir tiene que hay que continuar con tal labor.


     Requiescat in pace.



viernes, 20 de abril de 2018

GANGÉTICO


Gangético: perteneciente o relativo al río Ganges.


     Los anglosajones poseen el adjetivo gangetic —procedente del latín— para referirse a lo perteneciente o relativo al Ganges, célebre río de la India.

     Aunque el DLE solamente recoge transgangético ('lo que está al norte del río Ganges'), la propia Academia acredita la casticidad de gangético —cuyo uso se remonta a la época clásica—, pues ofrece en su fichero una cita de la obra Tractado de las drogas y medicinas de las Indias Orientales [1578], del escritor José de Acosta:

     «… entre los nardos índicos hay uno que se llama gangético, por respecto del río Ganges…» (página 176).

     También lo empleó Cristóbal Suárez de Figueroa en su versión de la Plaza universal de todas ciencias y artes, de Tomaso Garzoni:

     «En el golfo gangético —tras la boca del Ganges, llamada Antíboli— se halla Pentápoli y Baracura, con el río Latameda» (página 153 de la edición de 1615; página 166 de la edición de 1629).


     Lexicógrafos de los siglos XIX y XX incluyeron el vocablo en sus diccionarios particulares (Domínguez, Zerolo, Toro y Gómez, Alemany…).

 


                                                                               Fuentes

     Fichero general y NTLLE de la RAE (fecha de consulta y enlace: 20 de abril de 2018).

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).



 
 
 
 

miércoles, 18 de abril de 2018

PACTOS




     Nuestros políticos dicen que quieren llegar a acuerdos y pactos en lo tocante a la educación; aunque, cuando se ponen a hablar, no acuerdan ni pactan nada. No debemos extrañar, por tanto, que en España no haya todavía un plan general que, con ánimo de perdurar en el tiempo, regule la materia de manera armónica y uniforme.

     Ya llevamos muchísimo oyendo que la educación es demasiado importante para andar cambiando las leyes y los planes cada vez que cambia el partido del Gobierno, que hay que anteponer los intereses generales a los particulares, que hay que pensar en los futuros compatriotas… Todo esto, al fin y al cabo, no es sino mera palabrería porque cada partido odia a los demás y, en el fondo, no desea entenderse con ellos. Por eso, barruntamos que, aunque se alcanzara el tan deseado pacto, como su infracción no tendría ninguna consecuencia jurídica, nada impediría que los mismos que lo firmaran lo rompieran después.

    En los meses en que nuestros representantes han estado hablando de educación han tocado muchas cosas (o dicen que las han tocado). Al parecer, en lo que más se han centrado ha sido en lo económico y en las relaciones entre la educación pública y la concertada; pero, por lo que se lee en los periódicos, se han olvidado de algo tan elemental como es su propia lengua.

     Porque, a pesar de la cada vez mayor presencia del inglés en los centros de enseñanza, no nos consta que nuestros representantes hayan debatido la forma de asegurar la supervivencia tanto del castellano o español —lengua oficial del Estado— como de los idiomas regionales. Por el contrario, parecen determinados a mantener eso que se llama bilingüismo, cuyo sentido no está muy claro (ya que unas veces significa que se dan dos o tres asignaturas en inglés; y otras, que se dan dos o tres asignaturas en español y el resto en inglés). En cualquier caso, lo único claro es que se quiere mantener el inglés como lengua de enseñanza, por lo que, si bien se considera, no debería recibir el nombre de bilingüismo, sino el de anglicanización. ¿O eso del bilingüismo no admite portugués, francés, alemán, chino, italiano, ruso, esperanto o interlingua?
     Por otra parte, tampoco sabemos por qué hay favorecer el bilingüismo y no el trilingüismo o el plurilingüismo (que ahora también defienden muchos de los que hasta hace poco defendían solamente el bilingüismo).

     Ni que decir tiene que a ninguno de nuestros representantes se le ha ocurrido que debería introducirse en la legislación española un principio como el que proclama la ley francesa de Toubon:

     «La lengua de la educación, de los exámenes y los concursos, así como de las tesis y disertaciones en las instituciones públicas y privadas de enseñanza es el francés, salvo las excepciones que justificadamente se acuerden para la enseñanza de idiomas o culturas regionales o extranjeras, o cuando los profesores sean asociados o invitados» (artículo 11).




 

miércoles, 11 de abril de 2018

SENSIFICAR


Sensificar: hacer sensible.
 
 

     Sensificar es verbo procedente del latín. Significa ‘hacer sensible’.

     La lengua inglesa tiene to sensify, pero nosotros no decimos sensificar por influencia anglosajona. Su uso se remonta a la época clásica, como vemos en estas citas:

     «Tres cosas hace el alma en el cuerpo, que son vivificar, sensificar y regir: dar vida, dar sentido y dar regimiento al cuerpo» (Juan Francisco de Collantes, Divina predicación del soberano rey constituido sobre el monte santo de Sion, tomo II [1618], página 168, columna 2).

     «… esta es un espíritu de vida que crio Dios a su imagen y semejanza, que da vida y sensifica al cuerpo…» (José Maldonado, El más escondido retiro del alma [1649], página 73, columna 1).

     «… porque por ellos se mueve y siente la masa de carne que es el cuerpo, a que está unida estrechamente el alma, que le sensifica…» (ibidem, página 78, columna 1).


     No lo hallamos en el DLE, aunque sí en diccionarios de algunos lexicógrafos particulares (Domínguez, Zerolo y Rodríguez Navas).



                                                                                Fuentes

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 11 de abril de 2018).

     RAE, NTLLE (fecha de consulta y enlace: la misma).





 

ESPLENDOROSIDAD





     El sustantivo esplendorosidad (derivado de esplendoroso) tiene algo de uso, aunque no se halla en el DLE.

     Nació en la época clásica, como acredita la siguiente cita de la obra de Antonio Pérez Ramírez Armas contra la fortuna [1698]:

     «… todas estas gracias y prendas fueron materia para el odio y despertador de la envidia; que una excesiva esplendorosidad ¿cuándo la pudo ver una achacosa vista? Siempre fue la excelencia objeto de la envidia…» (página 17).




     Texto sacado de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 11 de abril de 2018).






miércoles, 4 de abril de 2018

NUMIDIANO


Númida o numidiano


     El adjetivo númida, según el DLE, significa ‘natural de una antigua región norteafricana llamada Numidia’ y ‘perteneciente o relativo a dicha región’. Númida se usa también como sustantivo cuando tiene el primer significado.

     A veces se oye numidiano, que se parece muchísimo al inglés numidian; pero no puede considerarse anglicismo porque su uso remonta a la época clásica. 

     La propia Academia, en su CORDE, ofrece buen número de citas, de las cuales copiamos aquí algunas:


     —  Guerra de Yugurta, de Cayo Salustio Crispo, de Francisco Vidal de Noya [1493]:

     «… fue aliado por amistanza con Masimisa, rey de los numidianos…».

     «A esto ayudaban las voluntades de los numidianos, encendidas en amor de Yugurta».

     «… un alférez de la tercera legión dio lugar de entrada a los enemigos por la guarnición que había tomado para defender, la cual rompieron los numidianos».

     «… por cuando había gran mengua de pan, porque los numidianos no se trabajan por arar y sembrar…».


     —  Coloquios matrimoniales, de Pedro Luján [1550]:

     «En el Libro de la alabanza de las mujeres dice Plutarco que las mujeres de los numidianos siempre tenían cerradas las puertas mientras sus maridos no estaban en casa…».
 

     —  Espejo de príncipes y caballeros, parte II, de Pedro de la Sierra [1580]:

     «El tiempo los guio al puerto numidiano…».

     «Bien oyeron todas estas amenazas los que en la muralla estaban, los cuales fueron a se las decir al rey numidiano…».



                                                                             Fuentes

     REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. <http://www.rae.es> [Fecha de la consulta: 4 de abril de 2018].