miércoles, 24 de enero de 2018

NUPCIARSE



Nupciarse es casarse.


     Nupciarse (‘casarse’) no está en el DLE, aunque se usa desde la época clásica.

     Acredita su casticidad el CORDE de la Academia con dos citas de la obra de Francisco Bernardo de Quirós Aventuras de don Fruela [1656]:

     <<… venéreos pulsan afectos,/ libidinoso estoy tanto/ que se yelan los pulmones/ y es un Etna el pelicráneo./ ¡Hoy me nupcio o concubino!>>.

     <<Y, así, porque soy casado/ dos veces y vivas tengo/ mis mujeres, hoy me nupcio/ con su alteza, muy contento>>.

     En la Red hallamos esta otra cita antigua:

     <<Por lo cual, está ordenado a los rectores, por constitución provincial, que cada cual tenga cinco libros, como son de baptizados, confirmados, confesados, nupciados y muertos>> (Constituciones sinodales del obispado de Urgel para los párrocos y clérigos [1632], página 182).


                                                                                Fuentes

     REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. http://www.rae.es [Fecha de la consulta: 24 de enero de 2018].

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).





lunes, 15 de enero de 2018

REJUVENTUD


Rejuventud, rejuvenecimiento, renovación.


     El sustantivo rejuventud (‘rejuvenecimiento, renovación’) falta en el DLE, aunque acreditan su casticidad los escritores de la época clásica:
 
     <<… en la caduquez repetida de los otoños, sino en la rejuventud de las primaveras…>> (Hortensio Félix Paravicino, Oraciones evangélicas y panegíricos funerales [1641], página 159 vuelta, columna 2. En la edición de 1695 hallamos la voz en la página 326, columna 1).

     <<Pintaron los egipcios la renovación o la rejuventud del año en el círculo de una culebra que con la boca hace prisión o engace de la extremidad del cuerpo —que representa el fin o el acabamiento—, mordiéndola, como impaciente de no ser émula de la eternidad>> (Antonio González de Rosende, Panegírico real en el nacimiento del príncipe de las Españas [1658], página 48).
 

     Es vocablo que todavía hoy tiene algo de uso.



       Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 15 de enero de 2018).
 
 
 
 
 

martes, 9 de enero de 2018

DUENDINO


Duendino es el adjetivo de duende.


     Duendino, aunque no se halla en el DLE, es el adjetivo que corresponde al sustantivo duende.

     Acredita la casticidad de dicha voz el escritor clásico Antonio de Fuentelapeña, quien la usa varias veces en su obra El ente dilucidado [1676]:

     <<Y  que dicha forma duendina  no se produzga por generación de vivientes  se prueba así…>> (página 160, columna 1; en la edición de 1677 está en la página 139, columna 1).

     <<… vemos que de la potencia de la materia prima, que lo fue de vapor, se educe la forma duendina…>> (página 413, columna 1; en la edición de 1677 está en la página 371, columna 1).

     <<… la causa formal de los duendes, trasgos o fantasmas es la forma duendina. Pruébase porque la causa formal de una cosa es aquella con la cual se compone y perfecciona últimamente un compuesto; vemos que esto lo hace la forma duendina…>> (página 416, columna 1; en la edición de 1677 está en la página 374, columna 1).

     <<… la causa formal de el duende no puede ser otra que la forma duendina…>> (página 416, columna 1; en la edición de 1677 está en la página 374, columna 2).


     Hoy todavía se usa.


 
     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 9 de enero de 2018).





viernes, 5 de enero de 2018

DETERIORIDAD


Deterioridad o deterioro


     En el DLE hallamos los sustantivos deterioro y deterioración, pero no deterioridad, que tiene cierto uso.

     Es vocablo castizo, como prueban las siguientes citas de escritores de la época clásica:

     <<… el agua verdaderamente buena es sutil, delicada y ligera; la cual, con el cocimiento, pierde las sutiles y delicadas partes, resolviéndose por la evaporación; por lo cual, queda después del cocimiento con alguna deterioridad, aunque no se hace más gruesa…>> (Juan Sorapán de Rieros, Medicina española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua [1616], página 289).

     <<… procura saber de su hacienda el estado: la deterioridad o conservación; las causas de que proceden…>> (Diego Enríquez de Villegas, El príncipe en la idea [1656], página 214).

     <<… el que en la cuotidiana confesión de solos veniales o mortales ya perdonados puedan, per accidens y ab extrínseco, ocurrir causas y motivos que no solo no ayuden a que se consiga el fruto de la confesión, sino que induzgan manifiesta deterioridad en el sujeto…>> (Juan de Vega, Respuesta apologética, moral y escolástica acerca del frecuente uso de la confesión sacramental [1659], página 257).

     Por su parte, la Academia no desconoce el vocablo ni su casticidad, ya que en el CORDE recoge una cita de El discreto [1646], de Baltasar Gracián:

     <<Pero ¿qué desigualdad más monstruosa que la de Nerón? No se venció a sí mismo, sino que se rindió. Algunos, a sí mismos buenos, se compiten mejores, que es gran victoria de la perfección; pero otros no son vencedores de sí, sino vencidos, rindiéndose a la deterioridad>>.


                                                                            Fuentes:

     REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. http://www.rae.es [Fecha de la consulta: 5 de enero de 2018].

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).