El sustantivo disturbación (‘destrucción, ruina’) es de origen latino. No está en el DLE, aunque se oye a veces en América.
En inglés se dice disturbation, pero no por ello hemos de echar el vocablo a anglicismo. El escritor clásico Nicolás Fernández de Castro acredita su casticidad:
<<… si los efetos de la profecía son enemistades, guerras, desolamientos de reinos, disturbación de las provincias, descaecimiento de la cristiandad, hipócrita y mercenario es; lobo es por definición del mesmo Cristo>> (Portugal convencida [1648], página 994).
Texto sacado de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fechas de consulta y enlace: 8 y 10 de julio de 2017).
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