En el DLE hallamos los vocablos de origen latino colocutor y coloquio, pero no colocución, que significa ‘conversación, diálogo’ y que tuvo algo de uso en la época clásica.
Así, Pedro Aznar Cardona la emplea en su obra Expulsión justificada de los moriscos españoles [1612]:
<<… de unión amigable, de comunicación de poderíos, de amistades íntimas, de verdadera fidelidad, de correspondencias amorosas, de colocución más ordinaria, de visitas más frecuentes, de paces más asentadas…>> (página 152).
También la emplea varias veces el jurista Nicolás Fernández de Castro en su Portugal convencida [1648]:
<<Quieren calificar estos sueños por divinos y beatificar la ley de Lamego, como la interpretan, con la maravillosa aparición y colocución del crucifijo a su primer rey, don Alonso; y, por si en esta se pusiere duda, canonizarla con una profecía…>> (página 500).
<<No dejan estos efetos en los corazones puros las visitas y colocuciones de Dios>> (página 599).
Hoy día apenas se oye.
Fuentes:
NTLLE de la RAE (fecha de consulta: 19 de agosto de 2017).
Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).
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