Momentoso es adjetivo, procedente del latín, que significa ‘importante, sustancial’.
No está en el DLE; pero se comenzó a usar en la época clásica, como vemos en la obra Armas contra la fortuna, de Antonio Pérez Ramírez [1698]:
<<¡Pues qué! —dirá alguno—. ¿Se han de eligir aquellos pasatiempos que no confrontan con la realidad? Parece que sí, porque esta se reserva para las cosas momentosas y no se ha de emplear sino con medianía en las poco importantes –que lo son, ordinariamente, las diversiones-...>> (página 422).
Se siguió usando en el siglo XVIII, pasado ya el tiempo de esplendor de la lengua:
<<… aunque en las ventas de campos, casas y otras que son momentosas o importan cantidades grandes -para cuya seguridad se acostumbra pedir fiador o prenda- sea verdadera la sentencia que dice que se haga saber al comprador el motivo por que se le vende la cosa…>> (Hermenegildo Vilaplana, Centinela dogmático-moral con oportunos avisos al confesor y penitente, tomo I [1767], página 104).
<<Para las momentosas cuestiones e importantes tienen en nuestros teólogos españoles gran copia de autores profundos…>> (Real provisión del Consejo que comprehende el plan de estudios que ha de observar la Universidad de Alcalá de Henares [1772], página 86).
<<… porque, reconciliados los pueblos y convenidos los reyes en un mismo sentimiento, pueden dedicar a Dios, a su culto y servicio el tiempo que consumían en las dificultades momentosas que los pusieron en arma…>> (Jacobo Blanco, Sermón panegírico [1783], página 20).
En América todavía se oye algo.
Citas sacadas de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 8 de noviembre de 2017).
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