jueves, 27 de julio de 2017

INTERPUNCIÓN



Interpunción no es anglicismo, sino vocablo castizo.


     El sustantivo interpunción (que es el nombre que reciben los símbolos, marcas o signos de puntuación que se ponen dentro de un trozo de texto para separar sílabas, palabras u oraciones) no se halla en el DLE, pero tiene mucho uso –sobre todo, en el campo de la epigrafía-.

     Aunque en inglés se dice interpunction, el vocablo no se puede echar a anglicismo porque pertenece a nuestro idioma desde la época clásica. Vemos un ejemplo de su uso en la obra Portugal convencida, de Nicolás Fernández de Castro [1648]:

     <<Porque afeita a su modo el texto, quitando y poniendo puntillos y anteponiendo las comas, como que diga así: “El padre, si tuviere el reino cuando hubiere muerto el hijo, téngale después el nieto; y después, los hijos de los hijos para siempre jamás”. Pero conocerá la fealtad que se esconde debajo deste emplasto cualquiera atención moderada, porque, ultra de que Antonio Brandao (autor o promovedor de la patraña de las Cortes de Lamego), cuando llegó a este lugar, le leyó y apuntó como hemos dicho, dándole la explicación y interpunción que después ha placido a sus portugueses y que siempre obsta la cláusula siguiente, que después del primogénito llama al segundogénito, ¿quién hay, pues, tan ciego que no vea que la trova del Velasco con que enmienda y remienda el texto es un retruécano (o, hablando en castellano menos puro, acaso porque vino del Algarbe el uso destos circunloquios que no dicen nada) una algarabía y jerigonza?>> (página 330).

     Usa también el término varias veces José de Moret en sus Congresiones apologéticas sobre la verdad de las <<Investigaciones históricas de las antigüedades del reino de Navarra>> [1678].

      <<Y su traducción lo arguye de manifiesto, pues lo traduce así: “para aprender la gramática oyó a Pedro Pisano, diácono -y luego, con interpunción de dos puntos-: ya viejo, en las demás ciencias oyó a Albino, que tenía por sobrenombre Alcuino, que también era diácono y natural de Bretaña…” >> (página 44).

     <<… si quisiera poner en esa misma segunda clase a Álava, Vizcaya, Aragón y las demás, corriera mencionándolas con la misma cláusula y debajo del mismo verbo “populantur”. No lo hace, sino que entra con interpunción y nueva cláusula y con partícula causal, dando razón de la distinción que hacía…>> (página 104).

      <<Y, para colorear estas imposturas, truncada cuidadosamente en ambas partes la partícula causal “namque” con que D. Sebastián daba razón de la distinta clase que entraba a hacer de Álava y las demás provincias, atravesada una maligna interpunción en medio de la cláusula que corría, y con ella derramadas tinieblas a la luz clara del texto de D. Sebastián y nuestra traducción…>> (página 111).



     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fechas de consulta y enlace: 25 y 27 de agosto de 2017).



jueves, 20 de julio de 2017

ESPLENDORIZAR



Esplendorizar es hacer resplandecer.



     El verbo esplendorizar significa ‘hacer resplandecer, dar lustre y brillo’.

      La Academia, aunque no lo incluye en el DLE, ofrece dos citas que acreditan su casticidad. Ambas están sacadas de El discreto [1646], del escritor clásico Baltasar Gracián:

      <<Rey es de los montes el celebrado Olimpo, no porque se descuella sobre los más erguidos, obligación de la superioridad; no porque se ostenta a todas partes, objeto de imitación, la grandeza; no porque es el primero que esplendorizan los solares rayos, centro del lucimiento, la majestad…>>

      <<Esta es, ¡oh, cultísimo realce del varón discreto!, tu esplendorizada prosapia>>.

      La primera de estas citas se halla también, copiada, en la censura de la obra Sermón fúnebre en las exequias de la serenísima señora doña Mariana de Austria, de Diego García [1697].

      Y en Armas contra la fortuna, de Antonio Pérez Ramírez [1698], leemos dos ejemplos más:

     <<… todos los días se nos ofrece a los ojos este esplendorizante planeta, que preside, como rey, en la república de los astros; bien que, para franquearles sus esplendores, para moderar esta interior bulla y tabaola de afectos, nos dio Dios por gobernadora a la razón…>> (página 134).

      <<Son también provecho de las comunidades las bajas ocupaciones; y, aunque la errada aceptación de los hombres las obscurezca, el buen manejo las esplendoriza…>> (página 180).

      No se ha dejado de usar desde la época clásica.
 


                                                                        Fuentes:

      REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. <http://www.rae.es> [Fecha de la consulta: 20 de julio de 2017].

      Fichero y NTLLE de la RAE (fecha de la consulta, la misma).

      Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).





martes, 18 de julio de 2017

MALÉDICO


Malédico o maldiciente


     Malédico es adjetivo de origen latino que significa lo mismo que 'maldiciente'.

      En el DLE falta tal vocablo, aunque la Academia lo conoce, ya que en su CORDE ofrece la siguiente cita del escritor clásico Alonso López Pinciano:

      <<Será, pues, la sátyra vn razonamiento malédico y mordaz hecho para reprehender los vicios de los hombres>> (Filosofía antigua poética [1596]).


          Y más citas se pueden hallar en los libros antiguos:

      <<Los hombres malédicos, que hablan en daño de sus prójimos, que juran y perjuran el nombre de Dios…>> (Bartolomé de Carranza, Comentarios sobre el catecismo cristiano [1558], página 115 vuelta).
 
     <<… hácese el cuerdo a la parte del malédico, aprueba sus tachas –que esto suele ser la mejor ganzúa para extraer todas las entrañas del maldiciente-…>> (Antonio Pérez Ramírez, Armas contra la fortuna [1698], página 47).

     <<… y con el arrimo de la autoridad que citan son demasiadamente malédicos en lo que dicen: con la ocasión de haber oído una, enredan hasta ciento, y el remate de su murmuración es la aseveración del irrefragable testimonio “el señor D. fulano lo dijo”…>> (ibídem, página 76).


     Hoy en día aún se oye.



                                                                     Fuentes:

     REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Banco de datos (CORDE) [en línea]. Corpus diacrónico del español. <http://www.rae.es> [Fecha de la consulta: 18 de julio de 2017].

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).  



jueves, 13 de julio de 2017

ECUALIDAD, INECUALIDAD



Ecualidad, inecualidad



     El sustantivo ecualidad procede del latín; significa ‘igualdad, justa proporción, semejanza, equidad’.

     Ni ecualidad ni inecualidad (que significa lo contrario) están en el DLE, aunque se oyen a veces.

     El inglés tiene vocablos parecidos (equality, inequality), pero nuestros escritores clásicos certifican que no son anglicismos, sino palabras castizas:

     <<En los números para otro se halla la proporción, que se parte en primera y segunda. La primera contiene la proporción y la proporcionalidad común y propia; de la propia, la racional y la irracional; de la irracional, la ecualidad y la inecualidad; de la inecualidad, la mayor y menor>> (Cristóbal Suárez de Figueroa, Plaza universal de todas ciencias y artes [1615], página 66 vuelta -72 vuelta en la edición de 1629-).

     <<… que el color de cualquier rostro tiene su origen y emanación de la sobreabundancia de los humores o de la ecualidad o inecualidad dellos. De la inecualidad proceden los rostros morenos, trigueños, cetrinos, rubios, amarillos y blancos>> (Esteban Pujasol, El Sol solo y para todos Sol [1637], página 79).

     <<La segunda especie desta virtud es la justicia distributiva, que dice cierta equidad entre el todo y las partes según la dignidad de las personas, porque, aunque los bienes de la república son la materia desta virtud –que son del príncipe y sus súbditos- y todos tengan igualmente derecho a ellos, no se dividen con esa ecualidad, sino según la dignidad y calidad de las partes>> (Pedro de Quintanilla y Mendoza, Arquetipo de virtudes, espejo de prelados [1653], página 72).

     <<… es un ajustarse por vía de participación sobrenatural la naturaleza divina con la humana, así que es un género de ecualidad de naturalezas>> (Juan Bautista Sorribas, Sermones varios con apéndices cuadragesimales para las ferias mayores de la Cuaresma [1668], página 152, columna 2).



     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 13 de julio de 2017).
 



lunes, 10 de julio de 2017

DISTURBACIÓN






     El sustantivo disturbación (‘destrucción, ruina’) es de origen latino. No está en el DLE, aunque se oye a veces en América.

     En inglés se dice disturbation, pero no por ello hemos de echar el vocablo a anglicismo. El escritor clásico Nicolás Fernández de Castro acredita su casticidad:

     <<… si los efetos de la profecía son enemistades, guerras, desolamientos de reinos, disturbación de las provincias, descaecimiento de la cristiandad, hipócrita y mercenario es; lobo es por definición del mesmo Cristo>> (Portugal convencida [1648], página 994).


     Texto sacado de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fechas de consulta y enlace: 8 y 10 de julio de 2017).



lunes, 3 de julio de 2017

CICATRICOSO


Cicatricoso


     En el DLE no se halla el adjetivo de origen latino cicatricoso (‘que tiene cicatrices’), aunque se empleó antiguamente, como vemos en la obra del escritor clásico José de Ormaza El sabio dichoso y político infeliz [1672]:

     <<Con esta marca recibían el nombre que en todas edades y gentes introdujo la necesidad de alguna seña con que conocerse; y era bien se estampase, como sello, con aquella marca cicatricosa. Tomose todo el dolor Cristo en la circuncisión, que dejó cortada, y dionos toda la autoridad en el anillo del corte…>> (página 90, columna 1).

     Hoy lo usan solamente los botánicos. 


     Texto sacado de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 3 de julio de 2017).