lunes, 25 de junio de 2018

INTÉRITO


Intérito: aniquilación



     Intérito es vocablo puramente latino que significa ‘aniquilación’.

     Tuvo algo de uso en la época clásica, como se ve en las siguientes citas:

     «Los que veen morir a los sabios verdad es que ven muerte, mas no intérito: porque, si interire es perecer totalmente sin que quede del que muere o perece cosa a vida, de los sabios no perece el alma cuando mueren, que esa antes se mejora y pasa al cielo; y, así, su muerte no llega a ser intérito. Non videbit interitum cum viderit sapientes morientes. ¿Queréis saber quién muere de esa suerte? Pues eso dice el medio verso simul insipiens & stultus peribunt. El intérito es propiamente el de los necios: aquel simul allí no junta los dos nombres, insipiens y stultus —que casi todos los tienen por sinónimos—, sino las dos partes del hombre, cuerpo y alma, que en la muerte del sabio se dividen. Acaba de decir eso David; y que, por dividirse y no acabar entrambas, esa muerte no llega a ser intérito» (Ángel Manrique, Sermones varios [1620], páginas 430 y 431; página 389 de la edición de 1623).

     «Ni basta decir que, aunque la putrefacción es intérito o extinción —y, por consiguiente, una—, pero que la materia es diversa. No basta, digo, porque la materia está de suyo indiferente para diversas formas; y, así, siendo el agente uno en especie, no producirá efectos diferentes en especie, como queda demostrado en el fuego…» (Antonio de Fuentelapeña, El ente dilucidado [1676], página 3, columna 1; en la edición de 1677 lo hallamos en el mismo lugar).

     El DLE no recoge el vocablo.




     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fechas de consulta y enlace: 24 y 25 de junio de 2018).




viernes, 22 de junio de 2018

DELUSO


Deluso: defraudado, burlado.


     No hallamos en el DLE el adjetivo de origen latino deluso (‘burlado, engañado, defraudado’), aunque sí otros vocablos de la misma raíz: deludir, delusión, delusivo, delusor y delusorio.

     Tuvo algo de uso en la época clásica, como vemos en la obra Tumultos de la ciudad y reino de Nápoles en el año de 1647 [1670], de Pablo Antonio de Tarsia:

     «El príncipe de Orange, asimismo, pasó por estos desacatos, pues, estando en Amberes y habiendo bajado para quietar unos tumultos —originados en la ciudad por obra de los calvinianos, que querían salir de ella para ayudar a sus compañeros—, quedó deluso…» (página 51, columna 1).

     «Volvía la plebe del palacio, delusa por no haber hallado a quien buscaba, pero no inocente…» (página 55, columna 1).

     «El duque con estos avisos procuró cautelarse, de suerte que quedó el pueblo deluso de su intento…» (página 150, columna 2).

     Hoy día apenas se oye.




     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 22 de junio de 2018).
 
 
 

 

miércoles, 20 de junio de 2018

TUMULTUADOR


Tumultuador o tumultuante.



     En el DLE, hasta hace unos años, solo hallábamos tumultuante, no tumultuador (bien que este último se formaba fácilmente del verbo tumultuar).

     La Academia no desconocía el vocablo. Así, en su fichero podíamos leer la siguiente cita del inmortal Quevedo:

     «Conturbans ac tumultuans, “revolvedor y tumultuador”» (Su espada por Santiago).

     Y hay algunos ejemplos más en textos de la época clásica:

     «… mandó despeñarlos del torreón de que se querían apoderar: pena debida a los tumultuadores» (Pablo Antonio de Tarsia, Tumultos de la ciudad y reino de Nápoles en el año de 1647 [1670], página 168, columna 1).

     «… de cuya dotrina los tumultuadores y sediciosos hacen escudo para fomentar estos escándalos…» (Diego José Dormer, Anales de Aragón [1697], página 134, columna 2).


     Hoy día el término sigue sin incluirse en el DLE, aunque ha desaparecido tumultuante.



                                                                           Fuentes

     Diccionario y fichero de la RAE (fecha de consulta: 20 de junio de 2018).

     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: la misma).





viernes, 15 de junio de 2018

LEGÍFERO



Legífero: que establece leyes.
 

     Falta en el DLE el adjetivo legífero (‘que establece leyes’), aunque se ha usado siempre, como prueban las siguientes citas de escritores clásicos:
 
     «… al globo de la luna es salutífero;/ y a las estrellas todas, Dios legífero» (Juan Suárez de Godoy, Tesoro de varias consideraciones sobre el psalmo «Misericordias Domini in aeternum cantabo» [1598], página 51).
 
     «Y Fernando Manojo de la Corte,/ y manojo de espigas sazonadas,/ con diamantes atadas,/ que no envidian el círculo del norte,/ en la mano legífera de Astrea,/ mejores que en la copia de Amaltea,/ las presenta a los reyes,/ que es manojo de versos y de leyes» (Lope de Vega, Laurel de Apolo [1630], página 29).
 
 
 
                                                                              Fuentes
 
     NTLLE de la RAE (fecha de consulta y enlace: 15 de junio de 2018).
 
     Libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fechas de consulta y enlace: la misma).
 


 
 

viernes, 8 de junio de 2018

PARIFORME


Pariforme: semejante o de la misma forma.


     El adjetivo pariforme no está en el DLE, aunque se oye con frecuencia en América. Significa ‘semejante’ o ‘que tiene la misma forma’.

     Es voz castiza, como prueban las siguientes citas de autores de la época clásica:

     «… y del mismo y pariforme modo debemos filosofar cuando al vino consagrado o no consagrado se echa agua; advirtiendo que, cuando al vino no consagrado se añade en poca cantidad, entonces, siempre el vino la convierte en sí, como ya habemos dicho» (Jerónimo Pardo, Tratado del vino aguado y agua envinada [1661], página 38).
 
     «De todo lo cual se infiere ser pariformes la visión de David en espíritu profético y la visión de Fr. Alano en revelación…» (Pedro Díaz de Cossío, Catecismo con el rosario. Explicación de la doctrina cristiana [1671], página 340).

     «… en medio, el Padre Eterno, venerabilísimo, de incomprensible hermosura; y a los dos lados, el Hijo y el Espíritu Santo, en dos personas tan pariformes que no se distinguían más que en tener la persona de Cristo las señales de nuestra redención en las cinco llagas» (Felipe Colombo, El Job de la ley de gracia [1674], página 11 vuelta, columna 2).



     Textos sacados de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fechas de consulta y enlace: 7 y 8 de junio de 2018).


 
 

 

viernes, 1 de junio de 2018

OBSTETRIZ

 
Obstetriz, partera, comadrona



     El término obstetriz (‘partera, comadrona’) falta en el DLE, aunque tiene muchísimo uso en América.

     Es vocablo español, como prueba la siguiente cita del escritor clásico Juan Bautista Sorribas:

     «Aquellos dos gemelos hicieron palestra del útero de Tamar, su madre, y en ella compitieron misteriosamente la primacía de nacimiento. Sacó una mano Zarán y la obstetriz dijo: “Este es el primogénito”, y atole un listón carmesí en la mano» (Sermones varios con apéndices cuadragesimales para las ferias mayores de la Cuaresma [1668], página 339, columna 1).


     Hallamos otra cita en Para algunos, de Matías de los Reyes (obra publicada en 1640):

     «Y, así, llegando el día de su parto, parió una hija en manos de una criada antigua porque no quiso valerse de ninguna obstretriz en orden al secreto» (página 60 vuelta).

     Aunque, como vemos, este segundo texto dice obstretriz y no obstetriz, no cabe duda de que es mera errata.

 



     Citas sacadas de libros de dominio público de GOOGLE BOOKS (fecha de consulta y enlace: 1 de junio de 2018).